Muchas veces, al cambiar nuestros hábitos alimentarios hacia unos más saludables, echamos en falta un dulce para acompañar al desayuno, para tomar con un té, con un café… Hoy os voy a enseñar a hacer un pastel de manzana, perfecto para esas ocasiones, pues pese a su sabor dulce, no contiene grasas ni azúcares añadidos.
No es tan esponjoso ni sube como un bizcocho normal, pero queda cremoso y si lo dejáis un rato en la nevera, estará estupendo.
Os invito a que me escribáis por facebook (NutriPasos) diciéndome cuál es vuestra receta favorita del blog y/o qué ingredientes queréis que emplee la próxima vez. Será todo un reto elaborar nuevos platos con vuestros ingredientes favoritos.
Sin más dilación, aquí os dejo la receta…
Ingredientes
- 4 manzanas
- 1 puñado de pasas
- 1 vaso de leche
- 1 vaso de copos de avena
- 1 vaso de harina integral
- 2 huevos
- Canela (al gusto)
- Levadura (1 cucharilla)
- Sal
Preparación
- Pelamos y cortamos las manzanas en trozos y los introducimos en un bol, junto con las pasas. Trituramos los ingredientes con ayuda de una batidora, hasta que quede un puré homogéneo.
- Añadimos el vaso de leche, los huevos y la canela y seguimos batiendo.
- Introducimos la avena y removemos, esta vez de manera manual. Cuando esté bien incorporada, añadiremos la harina, previamente mezclada con la levadura y una pizca de sal.
- Removemos bien la masa.
- Engrasamos un molde con mantequilla y harina, para evitar que se pegue el pastel y vertemos la masa en el mismo.
- Introducimos el pastel en el horno pre-calentado, y dejamos que se cocine. El tiempo de cocción dependerá de cada horno (sacaremos el pastel cuándo esté ligeramente dorado por encima y cocido en el medio, esto se puede comprobar con un palillo).
Si os gustan las cosas muy dulces, podéis añadir a la receta un edulcorante, pero os aseguro que la manzana ya le aporta un sabor dulzón.
Espero que os guste esta receta, ¡hasta pronto!