Lo sé, estáis impresionados con el color y es normal porque pocas veces nos podemos encontrar con un plato tan colorido. La verdad es que cada vez que como lombarda me quedo hipnotizada con el agua que deja tras la cocción, así que esta vez, después de cocerla, decidí guardar el agua y hacer un experimento: sopa de lombarda.
Seguro que hay cien mil opciones diferentes para hacerla, esta vez me apetecía mantener su sabor dulce y añadir un toque aromático y acabó saliendo este plato. A ver qué os parece la combinación.
Ingredientes
- 1/2 lombarda
- 3 dátiles
- 1/2 puerro
- 5-6 champiñones
- Aceite de oliva
- Romero
- Sal
Preparación
- Cocemos la lombarda en agua con un poco de sal, escurrimos y reservamos ambas partes (agua y lombarda cocida).
- Lavamos y cortamos el puerro (en daditos pequeños) y los champiñones (en láminas finas).
- Ponemos una olla grande al fuego, añadimos un chorrito de aceite de oliva y salteamos el puerro, los champiñones y los dátiles (sin pepita y cortados en 6-7 trozos cada uno).
- Cuando las hortalizas comiencen a ablandarse, añadimos la lombarda cocida.
- Salteamos durante 3 minutos más y añadimos poco a poco el agua de cocción de la lombarda hasta crear la sopa.
- Especiamos con romero, dejamos que llegue a ebullición y retiramos del fuego.
Yo he acompañado mi sopa con un huevo cocido.
Podéis conseguir que el huevo tenga venitas de moradas por fuera si en el agua de cocción, añadís un par de cucharadas de agua de lombarda y lo estalláis unos minutos antes de retirarlo del fuego.